La gratitud es un sentimiento de aprecio y reconocimiento hacia algo o alguien. Es una actitud positiva que implica reconocer y valorar las cosas buenas que recibimos, ya sea tangible o intangible, así como las acciones, favores, amabilidad, generosidad o cualquier otro acto positivo realizado por los demás.
Lo maravilloso de la gratitud es que puede manifestarse en diferentes ámbitos de nuestra vida, incluyendo las relaciones personales, el trabajo, la salud, los logros, la naturaleza y muchas otras áreas!
Pero lo más importante es que, al practicar la gratitud, estamos centrando nuestra atención en lo positivo y en lo que tenemos, en lugar de enfocarnos en lo negativo o en lo que nos falta. Y este es un ejercicio potentísimo de reprogramación mental.
Está científicamente comprobado que practicar la gratitud regularmente produce numerosos beneficios para nuestra salud y bienestar. Algunos de ellos son:
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Mejora nuestro estado de ánimo
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Reduce el estrés
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Mejora la calma mental
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Fortalece nuestras relaciones
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Aumenta la resiliencia (capacidad de enfrentar las adversidades de la vida)
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Nos ancla en la presencia y el presente (puesto que solo se puede practicar la gratitud desde el ahora)
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Mejorar nuestra perspectiva general de la vida, etc.
Es una poderosa herramienta para cultivar el bienestar y la felicidad en nuestra vida diaria.
Cómo transforma la gratitud nuestro cerebro
La práctica regular de la gratitud sin lugar a dudas tiene un gran impacto positivo en nuestro cerebro. Principalmente se producen cambios en las regiones cerebrales y en los procesos cognitivos que pueden influir en nuestra salud mental y bienestar. Aquí hay algunas formas en las que la gratitud puede transformar nuestro cerebro:
- Activación de áreas cerebrales positivas: La gratitud activa regiones cerebrales asociadas con emociones positivas, como el córtex prefrontal medial y la corteza cingulada anterior. Estas áreas están relacionadas con la regulación emocional, la empatía y la conexión social.
- Aumento de la producción de neurotransmisores: C omo la dopamina y la serotonina, que están relacionados con la sensación de bienestar y felicidad.
- Reducción del estrés y la ansiedad: Disminuye la actividad en la amígdala, una región cerebral relacionada con el procesamiento del miedo y la respuesta al estrés.
- Mejora de la resiliencia: Al promover un enfoque positivo, aumenta la capacidad de encontrar aspectos positivos en situaciones desafiantes y aumentar la capacidad de recuperación.
- Cambios en la percepción de las experiencias: Nuestro cerebro se adapta a buscar y reconocer las cosas positivas en nuestras vidas. Lo que cambia percepción y entendimiento de lo que vivimos.
- Mejora de las relaciones sociales: La gratitud fomenta la apertura hacia los demás y fortalece los vínculos sociales. Al expresar gratitud hacia los demás, se fortalecen las conexiones sociales y se crea un ambiente más positivo, lo cual tiene un impacto beneficioso en nuestro bienestar emocional.
Es importante tener en cuenta que estos efectos pueden variar de una persona a otra y que la gratitud no es una solución mágica para todos los desafíos mentales y emocionales.
7 ejemplos prácticos de crear la gratitud como un habito
Si lo que deseas es empezar a practicar la gratitud, hay varias formas en las que podemos fomentar, mejorar e incrementar el sentimiento de gratitud en nuestras vidas.
Aquí tienes siete ejemplos prácticos de cómo convertirlo en un hábito:
- Practica la reflexión diaria: Tómate unos minutos al final del día para reflexionar sobre las cosas positivas que sucedieron. Agradece por los momentos, logros, experiencias o personas que te hicieron sentir bien. Puedes llevar un diario de gratitud y anotar al menos cinco cosas por las que te sientas agradecido cada día. Este ejercicio del cuaderno de gratitud es uno de los mas efectivos y que llevo años enseñando en mis talleres. Ayuda a cambiar tu enfoque de manera contundente y también cambia tu realidad donde comienzas a experimentar y ver mas gratitud en tu vida.
- Expresa tu gratitud: No te quedes solo con el sentimiento de gratitud, exprésalo. Toma el tiempo para agradecer sinceramente a las personas o hacia aquello que sientes que te han ayudado o han tenido un impacto positivo en tu vida. Puedes hacerlo verbalmente, por escrito o incluso mediante pequeños gestos de aprecio.
“Susana P. estaba en consulta conmigo debido a ciertos bloqueos en su comunicación con su entorno. Su falta de asertividad se combinada con agresividad verbal. No sabía dónde estaba el equilibrio perfecto para expresar lo que sentía y quería a sus familiares y amigos. Recuerdo su obstinación en sostener que no era necesario decir “te quiero” a sus hermanos y sus padres porque ya lo demostraba con sus actos.
Y ciertamente, indispensable no era, pero si es cierto que comunicar verbalmente o por escrito, esas palabras, no produce el mismo efecto en la otra persona que cuando realizamos actos de cariño y amor. Yo diría que se complementan.
De modo que Susana P. empezó a practicar expresando su gratitud y te quiero de manera escrita, primero mediante WhatsApps y más adelante de formal verbal.
¡Hay que reconocer qué fue todo un proceso! Algo tan aparentemente sencillo se convirtió en un acto de valentía y ruptura de creencias muy profundas para conectar con una comunicación interna mucho más sincera, profunda y natural. Todo un proceso de expansión”
- Encuentra el lado positivo en los desafíos: Incluso en momentos difíciles, es posible encontrar algo por lo que estar agradecido. Enfócate en los aspectos positivos o en las lecciones aprendidas de las experiencias adversas. Esto puede ayudarte a cultivar una perspectiva de gratitud incluso en situaciones desafiantes.
- Sé consciente del presente: Practica la atención plena y enfócate en el momento presente. Observa y aprecia las pequeñas cosas que suceden a tu alrededor: un amanecer, el aroma del café, una conversación significativa. Al estar presente, aumentas tu capacidad de reconocer y valorar las cosas buenas que te rodean. Verás como todo eso te hace sentir realmente bien! Un poquito de midfulness, meditación o respiraciones te ayudará a ello.
- Lleva a cabo actos de bondad: Realiza actos de bondad y generosidad hacia los demás. Ayudar a alguien, ser amable o hacer un favor desinteresado no solo beneficia a los demás, sino que también nos brinda una sensación de gratitud y satisfacción.
- Cultiva relaciones significativas: Valora y nutre tus relaciones personales. Muestra aprecio hacia tus seres queridos y demuéstrales que te importan. La conexión y el apoyo mutuo en las relaciones pueden fortalecer el sentimiento de gratitud y crear un círculo virtuoso de apreciación mutua, además, te ayudará a conocerte mejor.
- Sé consciente de tus privilegios: Reflexiona sobre las cosas que a menudo das por sentado, como tener un techo sobre tu cabeza, acceso a comida, educación o salud. Reconoce tus privilegios y agradece por ellos. Esta toma de conciencia puede ayudarte a valorar más lo que tienes.
Recuerda que crear un hábito de gratitud requiere práctica constante y compromiso. A medida que integres estas prácticas en tu vida diaria, notarás cómo el sentimiento de gratitud se fortalece y cómo te beneficia emocionalmente.
Cómo bloqueamos la gratitud incluso sin saberlo
A veces, podemos bloquear o dificultar el sentimiento de gratitud sin siquiera saberlo. Aquí algunos posibles obstáculos y cómo superarlos:
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Enfoque en lo negativo: Si nuestra atención se centra principalmente en lo negativo o en lo que nos falta, es probable que no podamos reconocer y apreciar las cosas positivas. Es importante practicar el cambio de enfoque hacia lo positivo y entrenar nuestra mente para buscar y valorar lo bueno que nos rodea.
Solución: Practica la gratitud diaria, dedicando tiempo a reflexionar sobre las cosas por las que estás agradecido. Puedes empezar por cosas simples, como tener comida en la mesa o un techo sobre tu cabeza. Gradualmente, amplía tu enfoque para reconocer otras bendiciones en tu vida. Rodearte de personas agradecidas es un plus!
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Comparación constante: Cuando nos comparamos con los demás, especialmente en las redes sociales, podemos sentirnos insatisfechos con lo que tenemos y perder de vista lo que ya poseemos. La comparación constante puede bloquear la gratitud y generar sentimientos de envidia o insuficiencia.
Solución: En lugar de compararte con los demás, concéntrate en tu propio progreso y en las cosas que valoras en tu vida. Reconoce tus propias bendiciones y esfuerzos. Limita el tiempo que pasas en las redes sociales y recuerda que lo que ves en línea no siempre refleja la realidad completa de la vida de las personas.
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Falta de conciencia y atención plena: Si vivimos nuestras vidas de manera automática y sin prestar atención al presente, es probable que pasemos por alto las cosas por las que deberíamos sentir gratitud. La falta de conciencia puede bloquear nuestra capacidad de reconocer y apreciar las experiencias positivas.
Solución: Practica la atención plena y la conciencia en tu vida diaria. Dedica tiempo a estar presente y consciente de tus experiencias, emociones y entorno. Observa y aprecia los pequeños detalles y momentos que a menudo pasamos por alto. Esto te ayudará a estar más conectado con tus sentimientos de gratitud.
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Falta de expresión y acción: A veces, podemos sentir gratitud en nuestro interior, pero no lo expresamos o no tomamos medidas para mostrarlo. No expresar y actuar en consecuencia puede bloquear la gratitud y mantenerla como un sentimiento pasivo.
Solución: Expresa tu gratitud verbalmente o por escrito. Agradece a las personas que te han ayudado o han tenido un impacto positivo en tu vida. Realiza actos de bondad y generosidad hacia los demás. Al tomar medidas tangibles, estarás fortaleciendo tu sentimiento de gratitud y compartiéndolo con los demás.
Al identificar y superar estos obstáculos, desbloqueas y fortaleces tu sentimiento de gratitud, permitiéndote experimentar sus beneficios y alegría en tu vida.
En resumen, practicar la gratitud abarca un amplio ámbito y se refiere a la actitud de reconocimiento y aprecio hacia las cosas positivas en nuestra vida, así como hacia las acciones y gestos positivos de los demás.