Cada palabra que pronuncias, escuchas, lees o piensas emite una vibración y crea un efecto en tu cuerpo, en tu energía, en tu entorno, en tu vida y en las personas a tu alrededor.
Para que tu realidad cambie, tienes que plantearte dar el primer paso y solo depende de ti.
El cambio no está en las situaciones que vives o en las personas con las que convives, el cambio se inicia en tu interior y eres tú quien ha de tomar acción.
Debemos tomar consciencia de que tenemos un programa corriendo mecánicamente en nuestro cerebro, e identificar esos pensamientos tóxicos y patrones, que no nos prestan ningún servicio.