¿Te cuesta decir no?
Saber decir NO, es una habilidad muy valiosa y necesaria para nuestra salud mental que afecta directamente al control de nuestra vida.
Resulta especialmente difícil ser asertivo cuando hay que trazar límites con familiares jefes y amigos ¿Verdad?.
Y te preguntarás ¿Por qué carezco de estas habilidades sociales?
Las causas más habituales de la falta de asertividad y de habilidades sociales se relacionan con:
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Falta de autoestima sostenida por el miedo, la culpa y la indecisión
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Imagen personal pobre
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Entorno familiar muy exigente
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Entorno escolar muy exigente
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Abundancia de castigos en la infancia
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Falta de apoyo o poco apoyo en el desarrollo y aprendizaje normal durante la infancia
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Comportamiento espejo de papá o mamá – Cuando un progenitor carece de asertividad, el niño aprende y copia dicha conducta como herramienta de gestión emocional.
Quiero detallarte algunas de las razones psicológicas detrás de la dificultad para decir no que puedes trabajar en tu autobservación y modelación de patrones limitantes:
- Baja autoestima: Las personas con baja autoestima tienen miedo a rechazar las solicitudes de otros por temor a ser juzgados o perder la aprobación de los demás. Se busca quedara bien siempre, que se nos considere responsables y amables.
- Padecer de buenismo: Tener un mal concepto de “soy una buena persona”, quedar bien hasta con los malos, ceder con benevolencia y por lo tanto colocar a los demás en primer lugar como acto de bondad, implica no relacionarte de manera sana y asertiva.
- Miedo al conflicto: Decir no a menudo implica enfrentar conflictos potenciales, lo cual puede ser aterrador para algunas personas. Temen las confrontaciones y prefieren evitarlas a toda costa. De echo, esto es uno de los motivos más habituales.
“Hace algún tiempo tuve una sesión online con Andrés, un hombre de unos 60 años que buscaba una terapia para el trauma. Después de varios ejercicios de introspección, donde pudimos ver qué efectos sufría, debidos a experiencias pasadas y comportamientos aprendidos de las mismas, salió a la luz su comportamiento evitativo ante cualquier tipo de conflicto, por muy ridículo que fuese, y lo aterrador que le resultaba confrontarse a otros.
Una vez reprogramada su vivencia traumática en las sesiones y haber cambiado varias creencias sobre las relaciones con los demás y permitirse ser el mismo, Andrés comenzó a practicar pequeños ejercicios que establecimos donde irían poco a poco mostrando unos límites mucho más sanos y contundentes con su entorno. Para su asombro, de forma casi inmediata a la práctica de estos ejercicios, su entorno comenzó a mirarle con más respeto y Andrés incrementó exponencialmente la confianza en sí mismo y por tanto en la vida. “
- Necesidad de aprobación: Las personas que tienen una fuerte necesidad de ser aceptadas y aprobadas por los demás suelen tener dificultades para decir no. Temen que si dicen no, los demás los verán como egoístas o desagradables y básicamente no serán aceptados.
- Culpa y remordimiento: Algunas personas sienten culpa o remordimiento al decir no, especialmente si están acostumbradas a complacer a los demás. Es probable que esta culpa esté arraigada en experiencias pasadas o creencias limitantes sobre su valía personal.
- Patrones de crianza: La forma en que fuimos criados sin duda influye principalmente en nuestra capacidad para establecer límites. Si crecimos en un entorno donde se esperaba que siempre complaciéramos a los demás, deberemos “desaprender estos patrones” en la edad adulta.
- Miedo al rechazo: Decir no puede hacer que algunas personas teman el rechazo por parte de quienes les pidieron algo. El miedo al abandono o a ser excluido llevará a la incapacidad para establecer límites claros.
- Falta de habilidades de comunicación asertiva: para expresar los propios deseos y necesidades de manera sana lleva a evitar decir no para evitar situaciones incómodas.
“Otro ejemplo de terapia, es el de Juan Carlos, quien me solicitó una sesión de hipnosis online. Juan Carlos no comprendía sus estados de rabia y enfado.
Es frecuente ver, en las personas que no saben decir “no”, explosiones de ira que les llevan a expresar sus sentimientos de una forma hiriente. Este comportamiento es el resultado de no saber comunicarse de forma asertiva; Todas las emociones que no se expresan o gestionan debidamente, se acumulan, y la rabia y la frustración acaban manifestando su verdadero parecer de forma poco constructiva. Sin duda fue un proceso muy transformador para Juan Carlos, pero especialmente liberador, puesto que estas emociones nos atrapan y manejan a niveles muy inconscientes donde, en la mayoría de los casos, ser uno mismo, resulta difícil”
Superar la dificultad para decir no implica trabajar en estos aspectos a nivel emocional y psicológico. Esto incluirá desarrollar la autoestima, aprender habilidades de comunicación asertiva, establecer límites claros, y aprender a manejar el miedo al conflicto y al rechazo. La terapia será muy útil para abordar estos problemas y aprender a decir no de manera efectiva y calmada.
Así mismo, me gustaría exponerte algunas posibles maneras de relacionarte de forma respetuosa y asertiva:
- Explica y comunica tus razones: Si hay alguna razón específica por la que no puedes aceptar el compromiso, como un problema de salud o un conflicto de horario, explícalo de manera respetuosa y sincera. explica por qué no quieres hacer lo que te piden. Esto ayudará a que tu familia y conocidos entiendan tu postura y te respete. Valora que tus necesidades estén en primer lugar.
- Ofrecer alternativas: Si te sientes mal al decir que no, puedes ofrecer otras opciones para ayudar a la persona sin comprometerte a algo que no puedes hacer. Por ejemplo, si no puedes asistir a un evento, podrías ofrecerte para ayudar a organizarlo o contribuir de alguna otra manera.
- Utiliza “yo” mensajes: en lugar de culpar a otros o hacer que tu familia se sienta mal, utiliza mensajes que comiencen con “yo” para hacer que tu mensaje sea más claro y asertivo. Por ejemplo, “Yo no puedo hacer eso porque tengo otras responsabilidades en este momento” en lugar de “Tú siempre me pides que haga cosas”.
- Utilizar frases de transición: Si te sientes incómodo al decir que no directamente, puedes usar frases de transición para suavizar tu respuesta. Por ejemplo, “Lo siento, pero no puedo aceptar ese compromiso en este momento” o “Agradezco la invitación, pero voy a tener que decir que no”.
- Expresar tu disponibilidad actual: Puedes decir que no puedes aceptar el compromiso en este momento porque ya tienes otros compromisos previstos o porque necesitas más tiempo para ti mismo.
- Sé claro y conciso: no te sientas obligado a dar explicaciones largas o justificaciones detalladas. Simplemente di “no” y déjalo en eso.
- Mantén tu postura: si insisten en que hagas algo que no quieres hacer, no cedas. Mantén tu postura y sé firme en tu decisión.
Es importante ser respetuoso y considerado al decir que no a un compromiso, pero también es importante ser honesto y no comprometerse a algo que no puedes hacer.
Es normal sentirse presionado por la familia o compañeros de trabajo a veces, especialmente cuando se trata de hacer cosas que no queremos o que van en contra de nuestros propios valores o deseos. Sin embargo, es importante recordar que tienes derecho a decir “no” y a tener tu propia independencia y autonomía.
Recuerda que es importante tener en cuenta los sentimientos de las personas con las que te relaciones, pero es aún más importante ser fiel a ti mismo y a tus propios valores y deseos.
En el contexto de la psicología, los límites saludables son establecidos por los padres que asumen el papel del “Padre Asertivo”.
El Padre Asertivo es un arquetipo parental que se caracteriza por establecer límites claros y saludables, al mismo tiempo que muestra empatía y apoyo hacia el niño. Este tipo de padre permite que el niño explore y desarrolle su independencia, al tiempo que establece reglas y estructura para mantener un ambiente seguro y amoroso.
Los padres asertivos son capaces de decir “no” cuando es necesario y de aplicar consecuencias adecuadas a las acciones del niño. También son capaces de comunicar sus expectativas de manera clara y coherente, lo que brinda al niño un sentido de seguridad y comprensión sobre lo que se espera de él.
Es importante tener en cuenta que ningún padre es perfecto y que todos los padres pueden mostrar diferentes arquetipos en diferentes situaciones. Sin embargo, los padres que siguen el arquetipo del Padre Asertivo tienden a criar niños que tienen una comprensión saludable de los límites, el respeto por los demás y una buena autoestima.
No saber decir no, no es una tendencia de nuestro comportamiento que nos afecta, y lo hace de un modo decisivo, haciendo que percibamos falta de control en nuestra vida. Y es la percepción de control, una de las claves en una buena gestión emocional.
Reprogamar la manera que aprendimos a relacionarnos desde niños es fundamental y para ello te ofrezco sesiones eficaces enfocadas en construir nuevos programas y hábitos al respecto.
Confío esta información haya sido de tu utilidad.