Si, no te gusta reconocerlo, ni sentirlo.
Cuando surge esa emoción la intentas ocultar y además te sientes mal. Profundamente mal y culpable por sentir rechazo hacia tu propia madre.
Piensas: Qué feo sentir esto, no quiero sentirme asÍ!!
Entonces, ¿Qué emoción sería la correcta?
Lo natural es sentir aquella emoción que se ha formado en ti a través de la relación que has tenido con tu mamá. Ya sea una emoción agradable o desagradable.
Ser mamá. Ser una buena mamá. Y ser la mamá que mi hijo querría que yo fuese, es un trabajo, cuanto menos, de los más complicados en la vida.
La relación con tus progenitores es muy influyente en tu vida y tiene un gran impacto en tu bienestar emocional. Por ello, este tema lo desarrollaré en varios artículos más.
El sentimiento de rechazo hacia la madre, puede ser complejo y surge por una gran variedad de razones.
Encontrarlas te facilitará tu desarrollo personal en esta materia.
Y por ello te expongo algunas razones que te ayudarán a identificar el motivo de tu rechazo:
Experiencias pasadas: Experiencias negativas o traumáticas en la infancia.
Ejemplos:
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No haber sido un hijo deseado. Esta es una de las principales causas de rechazo hacia los progenitores. En muchas de las sesiones de hipnosis que conduzco, la persona recuerda haber pasado por una experiencia siendo bebé donde “no era esperado, no era deseado, fue rechazado, no era del sexo que se deseaba, etc” Ese dolor que produce dicho evento, marca profundamente la relación con la madre y el padre. Afortunadamente es algo relativamente sencillo y bonito de sanar y recolocar emocionalmente.
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Abuso físico.
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Maltrato emocional: Indiferencia, desprecio, desvalorización, falta de amor, gritos, falta de respeto, etc hacia el niño. Te invito a leer el siguiente artículo que te ayudará en tu valía personal: 14 maneras de mejorar la autoestima.
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Haber sido abandonado por mamá: Abandono físico o fallecimiento.
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Madre sargento que siempre contesta “Porque yo lo digo”.
Diferencias de personalidad: Las diferencias significativas en la personalidad, los intereses,las creencias o los valores entre la madre y el hijo crean conflictos y dificultades para relacionarse y comunicarse abiertamente.
Las personalidades simplemente pueden ser incompatibles, lo que hace que sea difícil para madre e hijo llevarse bien o llegar a un nivel de entendimiento básico.
Ejemplo:
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Personalidad fuerte que impone criterios.
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Intolerancia o falta de flexibilidad mental. Personas de estructura fuerte y rígida donde generalmente lo que ocultan es un gran miedo.
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Madres sumisas: Estas mamás, en su creencia de no saber hacerlo de otra forma, han producido en sus hijos:
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Rechazo por no haber cogido su lugar de progenitora, la grande, la protectora, etc
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Rechazo por haber permitido situaciones en la familia donde los hijos han salido perjudicados.
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Rechazo por no haber tomado decisiones desde el valor y el amor propio… todo un ejemplo, que desde el rechazo a mamá, intentaremos “nunca copiar” en nuestras vidas. Este punto es uno de los más trabajados en mi sesión de terapia. “No ser como mamá” es una conducta casi obsesiva y nos aleja de nuestra identidad y sentido de vida.
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Expectativas no cumplidas: Estamos cargados de información inconsciente sobre “cómo deberían ser las relaciones con mamá, según la sociedad, la religión, la espiritualidad, etc”.
Las expectativas no cumplidas sobre la relación madre-hijo desencadenan sentimientos de decepción y rechazo.
Me atrevo a decir que las expectativas sobre la relación padres e hijos son en su mayoría muy poco realistas, y es imprescindible hacer un trabajo de introspección para identificar qué buscamos y qué esperamos de las relaciones con los progenitores.
Estas expectativas se mueven en ambos sentidos, tanto por parte del niño como de la madre.
Por ejemplo:
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Una madre muy exigente cuya única meta es que su hija sea la mejor ( La más guapa de su clase, el que saca mejores notas, el mejor bailarín, etc). Vivirá para tener bajo presión y objetivos a “su hija ideal” basado en su expectativa por -ser la madre del hijo perfecto-.
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Una hija que soñó con ser amiga de su mamá: Salir de compras, cocinar juntas, hacer cosas de chicas, etc, pero la realidad la golpea para reconocer que mamá es una autoridad, referente, una orientadora y cuidadora de por vida y por tanto no puede estar en la posición de una amiga del colegio por ejemplo.
Problemas de comunicación: La falta de comunicación efectiva o la incapacidad para expresar emociones suele generar malentendidos y resentimientos en la relación.
Ejemplos
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Madre muy autoritaria que generalmente impone su opinión y decisiones sin previa comunicación al respecto o acuerdo entre ella y su hijo.
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Madre no comunicativa que se guarda lo que siente, opina o hace. Pueden ser madres miedosas, vergonzosas, cohibidas, pudorosas, sumisas, etc.
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Madre demasiado extrovertida que cuenta hasta lo más íntimo y personal a su hija.
Problemas emocionales o mentales: La salud emocional afecta la dinámica de la relación mamá/hijo y puede dar lugar a sentimientos de rechazo.
Ejemplos:
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Madre narcisista.
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Madre infantil donde quiere convertir a su hija en su propia madre y cuidadora.
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Madre insegura y con gran falta de autoestima.
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Madre manipuladora que siempre intentará hacerte sentir culpable.
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Etc
Seguro que alguna te suena…
Madres Invasivas: Eventos o situaciones donde mamá a sobrepasado mis límites personales. Sientes que invade tu vida, tu privacidad, tu autonomía, tu espacio, generando tensiones, conflictos, rabia y rechazo.
Ejemplo:
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Madre controladora
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Madre “tengo consejo para todo” “debes hacer esto o aquello” “yo se lo que tu necesitas mejor que nadie”
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Madre entrometida
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Madre sobreprotectora: Excesivamente preocupada por la vida de sus hijos.
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Etc.
Generalmente el rechazo hacia uno de tus progenitores te llevará a enfocar tu vida en ser “todo lo contrario a ellos”, en vez de en ser tú mismo. ¿Te suena “No quiero ser como mi madre”?
Es importante abordar estos sentimientos de manera saludable, para comprender las razones subyacentes y encontrar formas de manejar las emociones de rechazo de manera constructiva.
En los próximos artículos veremos varias formas efectivas de gestionar todo lo expuesto en el blog.
De igual forma, la terapia proporciona un espacio seguro para explorar estos sentimientos y trabajar hacia la reconciliación o, al menos, hacia una comprensión y aceptación más saludables de la situación.
Te invito a que leas algo que te ayudará en el proceso de rechazo hacia mamá: Formas de cambiar creencias limitantes