Cómo mejorar tu autoconocimiento

mejorar tu autoconocimiento

¿QUÉ ES EL AUTOCONOCIMIENTO?

El autoconocimiento habla de la comprensión que una persona tiene de sí misma, incluyendo sus pensamientos, emociones, habilidades, debilidades, valores, creencias y motivaciones.
Es la capacidad de reflexionar sobre uno mismo y comprender cómo se comporta, siente y piensa en diferentes situaciones.

El autoconocimiento es esencial para el desarrollo personal y la toma de decisiones informadas, ya que nos permite identificar nuestras fortalezas y debilidades y cómo estas pueden afectar a nuestras acciones y relaciones con los demás. También nos permite reconocer patrones de pensamiento y comportamiento que pueden estar limitando nuestro potencial y, en consecuencia, tomar medidas oportunas para cambiarlos.

Resumiendo, el autoconocimiento, es un proceso continuo de exploración y reflexión sobre uno mismo para comprender quiénes somos y cómo podemos mejorar como personas.

Conocerse es esencial por varias razones:

1. Nos ayuda en la toma de decisiones: Cuando nos conocemos a nosotros mismos, somos más conscientes de nuestras fortalezas y debilidades, lo que nos ayuda a tomar decisiones informadas y efectivas.

2. La autoestima: Comprender quiénes somos y aceptarnos a nosotros mismos mejora nuestra autoestima y confianza notablemente.

3. Mejora nuestra comunicación: El autoconocimiento nos ayuda a comunicarnos de manera más efectiva, ya que nos permite entender cómo nuestras palabras y acciones pueden ser percibidas por los demás.
Pero mucho más importante aún, nos ayuda a comunicar aquello que internamente necesitamos expresar a otros y a nosotros mismos.

4. Mejor calidad de relaciones interpersonales: Al comprender nuestros propios sentimientos, necesidades y motivaciones, desarrollaremos relaciones más saludables y satisfactorias con los demás.

5. Manejo del estrés: El autoconocimiento ayuda a identificar los factores que nos causan estrés y, en consecuencia, desarrollar habilidades para manejarlo de manera efectiva.

¿POR DÓNDE EMPIEZO PARA CONOCERME MEJOR?

Si deseas comenzar a conocerte mejor, aquí hay algunos pasos que puedes seguir:

1. Reflexiona sobre ti mismo: Tómate el tiempo para reflexionar sobre tus pensamientos, emociones, valores, creencias y motivaciones. Puedes hacer esto mediante:
– La escritura. Escribir traerá al consciente un montón de información útil que te aconsejo anotes en una libreta destinada para ello.
– La meditación. En estado alterados de la consciencia como la meditación se accede a información muy valiosa de uno mismo.
La hipnosis. Los procesos de hipnosis ayudan a liberar del subconsciente ciertos comportamientos que teníamos ocultos y que son necesarios ver para responsabilizarnos de ellos y así poder mejorarlos.
– Simplemente sentándote a reflexionar.
– Asistiendo a sesiones de counseling, terapia, coaching y trabajo cognitivo.

2. Haz una lista de tus fortalezas y debilidades: Piensa en lo que eres bueno y en lo que necesitas trabajar, como por ejemplo la culpa, la inseguridad, la valía personal, etc . No te juzgues a ti mismo, simplemente sé honesto contigo mismo. Recuerda que es un ejercicio sólo para ti, asique sé sincero contigo y avanzarás mucho más rápido.

3. Identifica tus patrones de pensamiento: Trata de identificar patrones de pensamiento negativos que puedan estar limitando tu capacidad de crecer y prosperar, y cambia todas las creencias limitantes al respecto.

4. Pide retroalimentación: Pídele a las personas cercanas a ti que te den retroalimentación constructiva y honesta sobre tus fortalezas, debilidades y comportamientos.

5. Pide a tu terapeuta o coach que también re retroalimente constructivamente.

6. Descubre tus valores: Piensa, analiza y recapacita en lo que es importante para ti en la vida y lo que te motiva.

7. Realiza pruebas de personalidad: Realizar pruebas de personalidad puede ayudarte a comprender mejor tus rasgos de personalidad y cómo influyen en tus pensamientos y comportamientos. Te invito a leer dos libros: Las 5 heridas del alma y El eneagrama.

¿A TRAVÉS DE CUÁLES SITUACIONES PUEDO CONOCERME MEJOR?

Hay varias situaciones en la vida que te brindan la oportunidad de conocerte mejor:

1. En momentos de soledad y reflexión: Tomarse el tiempo para estar solo y reflexionar sobre tus pensamientos y emociones te ayudará a comprender mejor quién eres y cómo piensas.

2. Durante los momentos de cambio y transición: Los momentos de cambio, como mudarte a un nuevo lugar o comenzar un nuevo trabajo, pueden ser momentos en los que te conoces mejor porque te obligan a salir de tu zona de confort y a enfrentar desafíos diferentes.

3. Al enfrentar desafíos y adversidades: Los desafíos y las adversidades son sin duda los que más te revelarán sobre tus fortalezas y debilidades, y pueden ayudarte a desarrollar habilidades de afrontamiento, compasión y resiliencia.

4. Al recibir retroalimentación constructiva: La retroalimentación de amigos, familiares y colegas es muy valiosa para comprender cómo te perciben los demás y cómo puedes mejorar. Recuerda, sólo la constructiva.

5. Al explorar nuevas experiencias y hobbies: Explorar nuevos intereses y actividades te ayudará a descubrir nuevas habilidades, dones, capacidades y pasiones, así como a aprender más sobre lo que te inspira y motiva.

6. Al realizar actividades creativas: La creatividad es un arma muy poderosa para descubrirte y conocerte mejor, así como para fortalecer tu autoestima y confianza en tus capacidades.
Personalmente recomiendo realizar labores creativas un mínimo de 5 horas semanales.

En resumen, el autoconocimiento es un proceso continuo y esencial para el desarrollo personal y profesional, así como para mejorar nuestras relaciones interpersonales y nuestra capacidad para manejar el estrés y tomar decisiones más alineadas con nuestro consciente.
Comenzar con pequeños pasos y ser consistente es la clave para obtener una comprensión más profunda de ti mismo y, en consecuencia, para mejorar tu bienestar y calidad de vida.

Te deseo un camino lleno de descubrimiento y cambios positivos!

Gestionar el desapego

Gestionar el desapego

El desapego es la actitud de liberación emocional de cosas, personas o situaciones. 

Se trata de un proceso mental y emocional que implica la reducción del apego y la necesidad de controlar o poseer algo o a alguien. 

Esto lleva a una mayor sensación de libertad, paz, ligereza y felicidad, ya que se permite experimentar las cosas sin estar atado a ellas.

El desapego es útil y saludable, ya que permite a las personas liberarse de la tensión emocional y el sufrimiento asociados con el apego excesivo o las expectativas irracionales.

El desapego excesivo, la falta de empatía o conexión emocional con los demás pueden tener efectos muy negativos. Puede afectar a la capacidad que tenemos para formar relaciones significativas y tener una vida social satisfactoria, así como dificultar la resolución de conflictos y la resolución de problemas.

Hay muchas razones que pueden hacer que sea difícil desapegarse de alguien o algo, pero algunas de las más comunes son:

  • Las fuertes emociones como el amor, el dolor, la tristeza y la ira pueden ser difíciles de liberar y quedarse aferrado a una persona o situación. Aprender sobre gestión emocional es básico para tener una vida más relajada y feliz.
  • Los recuerdos y sentimentalismos. La melancolía excesiva está unida a un apego mal entendido y mal gestionado. Los recuerdos pasados seguramente estén guardados en nuestra memoria con una imagen distorsionada de dichas vivencias.
  • El miedo a la soledad, miedo a quedarse o estar solo, hace muy difícil desapegarse de una relación o situación pues nos lleva a dinámicas de auto maltrato por no atrevernos a salir de situaciones y personas tóxicas debido a ese miedo a la soledad. Sería como “Mejor mal acompañado que solo”.
  • La dependencia emocional es una de las principales causas de apego tóxico hacia alguien, una situación o algo.
  • Los patrones de pensamiento negativos como la auto crítica o la falta de autoestima, influyen crucialmente en la habilidad de desapegarse de una situación o persona.
  • Haber sufrido pérdidas cruciales en la infancia suele desarrollar miedos a soltar o perder personas, cosas, etc.

Para mejorar el desapego te aconsejo practiques lo siguiente:

  1. Reconocer tus emociones  y aceptar tus sentimientos te ayudará a liberar la tensión emocional y a encontrar una solución saludable.
  2. Practica la autorreflexión: Identifica y comprende las raíces de tu apego ¿ Qué te está causando el apego y por qué te sientes atraído por esa persona o cosa en particular?
  3. Cambia todas tus creencias limitantes sobre soltar, dejar ir, permitirte y sentirte seguro. Esto actuará como impulso para actuar de una manera más decidida y soltar antes a personas o situaciones que te produces excesivo apego.
  4. Practica la aceptación incondicional: acepta la situación tal como es, sin intentar controlarla o cambiarla. Esto te ayudará a tener mucha más energía.
  5. Practica la gratitud: Concentra tu atención en lo que tienes y agradece por ello en lugar de repetirte y enfocarte en lo que te falta.
  6. Cultiva relaciones significativas: rodéate de personas positivas y significativas en tu vida que te apoyen y  brinden una perspectiva optimista y vital.
  7. Practica la meditación y el mindfulness: Estas prácticas te ayudarán a reducir el estrés y a mantener una perspectiva clara y equilibrada.
  8. Enfoca tu energía en tu propio crecimiento personal: invierte tiempo y energía en mejorar como persona y en alcanzar tus metas personales. Estar enfocado en tu propio desarrollo mejorará tu autoestima y autoeficacia.
  9. Practica con pequeños actos el despego: Practica soltando pequeñas cosas, hábitos o personas que sabes ya no son útiles, necesarias y positivas para ti. Cada día, deshazte de algo por muy insignificante que pueda parecer.

Si estás en el proceso de soltar y mejorar tu vida, hay muchas fuentes de las que puedes aprender un sano desapego, pero yo hoy te expongo 3 muy importantes:

    1. Avanzar gracias a nuestras experiencias: a través de nuestras propias experiencias, aprendemos a desapegarnos de personas, situaciones o cosas que nos causan dolor o sufrimiento.
    2. Observando modelos a seguir: podemos ver cómo otras personas manejan el desapego y aprender de ellas, copiar sus acciones e incluso pensamientos al respecto
    3. Dedicar tiempo a libros y vídeos: hay muchos recursos que ofrecen estrategias y consejos para aprender a desapegarse. Haz un planning con libros y vídeos que te gustaría leer al respecto y llévalo a cabo.

Te recuerdo que el desapego es un proceso continuo y que puede requerir tiempo y práctica. 

Lo más importante es ser paciente y amable contigo mismo mientras aprendes a desapegarte.

Si encuentras muy difícil y tormentoso desapegarte de alguien o algo, busca ayuda profesional que sepa retrogradar esos patrones limitantes de conducta.

Si estás en el camino de responsabilizarte de tu propio bienestar, te puedo asegurar que las recompensas serán innumerables!

14 Maneras de mejorar la autoestima

Debemos hacer una introspección y comenzar preguntándonos porqué no creo en mí y qué es exactamente no creer en uno mismo. 

Como guía de autoanálisis, puedes ver si te identificas con alguna de las siguientes características:

  • Tienes una imagen negativa de ti, tanto física como intelectualmente.
  • Subestimas tus habilidades y logros.
  • Dudas de tus decisiones y capacidades, lo que te lleva a ser indeciso y tener siempre miedo a equivocarte o fracasar.
  • Tienes dificultad para afrontar desafíos: Evitas situaciones que te obligan a salir de su zona de confort y desafiar tus competencias.
  • Dependencia de la aprobación de los demás: Buscas la aprobación y el reconocimiento de otros, lo cual limita tu capacidad para tomar decisiones autónomas.
  • Sufres de pensamientos negativos recurrentes y autocríticos sobre ti y sobre tus capacidades para lograr tus metas.
  • Te sientes pequeño e inferior a los demás.

El origen de las inseguridades puede ser el resultado de experiencias pasadas, la educación recibida o de mensajes que hemos recibido de otras personas. 

Por supuesto también es el resultado de compararnos con otras personas y de tener expectativas irrealistas.

Es normal sentir dudas o inseguridades de vez en cuando y recordar que todos tenemos nuestras debilidades así como nuestras propias fortalezas y logros. Cada uno de nosotros tiene cualidades únicas y cosas que ofrecer al mundo. 

Trabajar en tu autoestima y tu confianza personal es un proceso continuo, pero hay algunas cosas que puedes hacer para mejorar y dar un salto evolutivo.

Aquí te expongo los 15 esenciales para una autoestima sana:

  1. ACEPTA TUS LIMITACIONES Y ERRORES. A todos nos gusta tener éxito, pero no es posible tener éxito todo el tiempo. Aceptar tus errores y limitaciones, además de ayudarte a bajar la guarda y vivir más calmado, te convertirá en una persona más realista y con una perspectiva más saludable de ti mismo. 
  2. NO COMPARARTE con otros es una manera efectiva de salir del victimismo y sentirte más grande frente a las demás personas.
  3. Haz EJERCICIO de manera regular. Busca una actividad que te guste y dedícale varias horas a la semana.
  4. APRENDER algo nuevo cada semana ayudará a mejorar la visión de ti mismo y tus capacidades.
  5. HÁBLATE DE FORMA POSITIVA. Habla de ti mismo de manera positiva. En lugar de decir “Soy tan torpe”, prueba decir “A veces me cuesta hacer ciertas cosas, pero estoy trabajando en mejorar”. Recuerda el poder de la mente y que cada célula de tu cuerpo escucha lo que dices!
  6. Practica la GRATITUD, esto te ayudará a ver lo positivo en ti y en la vida. Para ello te aconsejo que tomes un momento cada día para reflexionar sobre las cosas por las que estás agradecido y las escribas a diario en una libreta destinada a ello. Esta práctica es tan sencilla como efectiva!.
  7. Practica la VISUALIZACIÓN: Visualízate cada día de la manera que te gustaría ser, vivir, sentirte. Dedica 5 minutos al día a esta práctica y tu vida cambiará por completo.
  8. Acepta tus fortalezas y debilidades: Todos tenemos puntos fuertes y áreas en las que podemos mejorar. TRABAJA EN TUS DEBILIDADES, pero también celebra y valora tus fortalezas.
  9. Establece METAS REALISTAS y alcanzables: Al establecer metas y trabajar para alcanzarlas, la seguridad en ti y en tus habilidades aumentará notablemente.
  10. Sana la relación con tu madre y tu padre.
  11. Practica la AUTOCOMPASIÓN: Ser compasivo contigo mismo es importante para tu bienestar emocional. Intenta hablarte a ti mismo de manera amable y comprensiva, en lugar de ser crítico o duro con lo que haces, dices o deberías hacer.
  12. Rodéate de PERSONAS QUE TE APOYEN y te alienten: Las personas que te rodean tienen un impacto significativo en tu autoestima. Trata de rodearte de personas que te apoyen y te alienten a ser la mejor versión de ti mismo! Te invito a que hagas una lista de aquellas que más te impulsan y apoyan en tu vida, esto hará que les dediques más tiempo en relación a aquellas con las que no te sientes comprendido y alentado.
  13. Haz ejercicio y cuida tu salud: El ejercicio regular y una dieta saludable mejorarán tu energía y tu estado de ánimo, lo que aumentará tu confianza y tu autoestima.
  14. Aprende a decir “no”: Ser ASERTIVO y decir “no” a compromisos o responsabilidades que no son importantes para ti te ayudará a sentirte más seguro y a tener más control sobre tu vida.
  15. CAMBIA LAS CREENCIAS limitantes que tienes sobre ti, tus capacidades y tus dones, esto fortalecerá tu autoestima y beneficiará tu salud emocional.

La mejor arma para potenciar tu poder mental es como conocerse a uno mismo.

Recuerda que mejorar la confianza en ti es un proceso continuo y que de los errores se aprende!

Si sientes que estás luchando y que no puedes manejar esto solo, no dudes en buscar ayuda profesional.

Liberarse de la culpa

Qué es la culpa y dónde nace

La culpa es una emoción que experimentamos cuando creemos haber hecho algo mal o haber causado daño a otra persona. Puede ser una emoción muy poderosa y por lo general tiene gran impacto en nuestras vidas, en la relación con nosotros mismos y en nuestras relaciones con los demás.

Es importante recordar que la culpa es una emoción normal y que es natural sentirse culpable de vez en cuando. Sin embargo, si se vuelve excesiva o si está interfiriendo con la vida diaria, es hora de ponerse manos a la obra y trascender esa emoción.

Su origen, generalmente, comienza en la niñez.

La infancia fue una gran escuela para cada uno de nosotros sobre el mundo de la culpa y su gestión, por lo que ahora podemos ser más propensos a castigarnos o a sentirnos excesivamente culpables y recriminarnos, por cosas que no son en realidad nuestra responsabilidad.

En la infancia, tendemos a modelar nuestro comportamiento y forma de pensar basándose en las relaciones con los adultos de nuestro alrededor. 

Es decir, si en la infancia vemos a los adultos manejar la culpa de forma excesiva o inapropiada, es posible que gestionemos la culpa de manera similar en la edad adulta.

Así mismo, podemos haber vivido bajo un sentimiento de culpa constante debido a las exigencias de nuestros padres o haber aprendido a pagar por nuestras malas obras, y entonces ejercer el autocastigo de manera inconsciente sobre nosotros cuando algo no sale como debiera, como esperamos o como creemos que debería ser.

Estos modelos de comportamiento aprendidos con base en las dinámicas familiares vividas, nos impactan tanto en la niñez, que marcarán nuestra relación con la culpa en la edad adulta.

Pero es cierto, que eso no es el único factor. 

Afortunadamente podemos aprender y desarrollar habilidades para manejar la culpa de manera saludable a lo largo de nuestra vida!

Qué dinámicas conlleva la culpa

Cuando sentimos culpa, pueden surgir diferentes mecanismos psicológicos; algunos de ellos son:

  • La necesidad de redimirse o de hacer algo para reparar el daño causado.
  • El sentimiento de vergüenza, desvalorización o de humillación.
  • El deseo de eludir a la persona a la que se ha provocado daño o evitar situaciones similares a las vividas.
  • La tendencia a culparse a uno mismo, maximizando o minimizando, el propio papel en lo sucedido.
  • El sentimiento de tristeza, rabia, dolor o arrepentimiento.
  • La necesidad consciente o inconsciente de recibir castigo o autocastigo por la culpabilidad existente.
  • No permitirse nada bueno, ningún logro o no disfrutar en la vida por grandes sentimientos de no merecimiento.
  • Permanecer bloqueado en decisiones, acciones y relaciones.

La culpa es una emoción muy compleja, ya que a veces implica beneficios para quien la carga, y, por tanto, puede ser difícil o laborioso de entender y manejar. 

Siempre te aconsejaré que no tengas miedo y que hables con un amigo de confianza o con un terapeuta para procesar y discenir los sentimientos de culpa y encontrar maneras saludables de lidiar con ellos, pero es cierto que hay algunas dinámicas que puedes y debes llevar tú a nivel personal e individual. Estas las expongo al final del texto.

Efectos de la culpa en el organismo

La culpa puede tener una serie de efectos negativos en el organismo que son necesarios tener en cuenta. Algunos de ellos son:

  • Fatiga: La culpa puede ser agotadora y puede llevar a una mayor fatiga física, pero sin duda mental.
  • Problemas de sueño: Es muy común que dificulte el sueño o lleve a trastornos como el insomnio.
  • Cambios en el apetito: Puede afectar el apetito, llevando a un aumento o una disminución del mismo.
  • Problemas de salud física: Es habitual que contribuya a problemas de salud física como el estrés, la ansiedad y la depresión, que pueden a su vez afectar al sistema inmunológico y aumentar el riesgo de enfermedades.
  • Problemas en las relaciones: Sin duda afecta negativamente las relaciones con los demás, comúnmente llevando a la evitación o al distanciamiento de otras personas.

A nivel hormonal puede afectar el sistema hormonal del cuerpo de varias maneras:

  • Estimulando la liberación de hormonas del estrés:La culpa puede ser una emoción estresante y puede estimular la liberación de hormonas del estrés como el cortisol. El cortisol es una hormona que se libera en respuesta al estrés y tiene efectos negativos a largo plazo en el cuerpo si se libera en exceso.
  • Afectando los niveles de serotonina: Tanto la culpa como el arrepentimiento pueden afectar los niveles de serotonina, una hormona que juega un papel importante en el estado de ánimo y en la sensación de bienestar.
  • Afectando los niveles de oxitocina: También puede afectar los niveles de oxitocina, una hormona que se libera durante el contacto social y que, por tanto, juega un papel importante en las relaciones y en el bienestar emocional.

Es relevante tener en cuenta que los efectos de la culpa en el sistema hormonal pueden variar de persona en persona y depender de la gravedad y la duración de la culpa. 

Culpa, castigo y desvalorización

No pierdas de vista que la culpa, el castigo y autocastigo, y la desvalorización están totalmente relacionadas en este vaivén emocional.

Para que lo entendamos voy a desglosarlo y definirlos:

  • La culpa es una emoción que experimentamos cuando creemos haber hecho algo mal o haber causado daño a otra persona, según había ya expuesto en este blog.
  • El castigo es una consecuencia o una sanción impuesta a alguien por haber hecho algo mal o por haber violado una regla o una norma.
  • El autocastigo es cuando alguien se impone un castigo a sí mismo por haber hecho algo mal, por haber fallado de alguna manera, no haber conseguido un propósito, etc. El autocastigo puede ser una forma de tratar de reducir la culpa, cuanto menos de sobrellevarla.
  • La desvalorización es cuando alguien se ve a sí mismo de manera negativa o se culpa a sí mismo de manera excesiva. La desvalorización puede ser una consecuencia de la culpa y el autocastigo y puede llevar a una baja autoestima y a desequilibrios mental-emocionales.

Todos son comportamientos normales y seguro que tú has experimentado cada uno de ellos al menos un par de veces en tu vida, pero es cuando se vuelven constantes o excesivos donde es el momento de ponerles un nuevo enfoque.

Culpa como medio de control

La culpa es una emoción que puede ser utilizada como un medio de control en algunos casos. Cuando alguien se siente culpable, puede sentir la necesidad de hacer algo para redimirse o para evitar sentirse tan culpable en el futuro. Esto puede llevar a esa persona a hacer cosas que no necesariamente quiere hacer, sino que cree que deben hacerse para evitar la culpa. 

Por ejemplo, una persona que se siente culpable por no ayudar a alguien puede sentir la necesidad de hacer algo para ayudar a esa persona en el futuro, incluso si no es algo que desee hacer realmente. En este sentido, la culpa quizás sea empleada como un medio de control porque puede llevar a la persona a hacer cosas que de otra manera no haría.

De igual manera, la culpa, le permite sentirse en control de la situación, ya que es él o ella quien puede hacer algo al respecto, con lo cual, sigue manejando lo que sucede sin perder el dominio sobre ello. Esto es muy común en las relaciones de pareja.

La culpa como medio de victimización

La culpa también puede ser utilizada como una herramienta para victimizarse en algunos casos. 

Cuando alguien se siente culpable, puede sentirse como una víctima de sus propias acciones, decisiones o muy usual, de la vida. Esto puede llevar a esa persona a sentirse víctima de una situación o de alguien más, incluso si esa persona es en realidad responsable de sus propias acciones y decisiones. 

En este sentido, la culpa puede ser empleada como un instrumento para victimizarse porque puede llevar a la persona a sentirse como una víctima de circunstancias externas en lugar de asumir la responsabilidad de sus propias acciones. 

Esto puede ser en especial común en situaciones en las que alguien ha sufrido abuso o violencia, donde puede sentirse culpable por lo que ha sucedido y creer que de alguna manera es responsable de lo que le ha pasado. Este proceso es algo habitual en la infancia.

Sin embargo, la culpa no debe utilizarse para victimizarse a uno mismo. 

Veremos qué otros mecanismos más sanos podemos llevar a cabo.

Cómo liberarse de la culpa

Aunque puede ser natural sentirse culpable cuando algo malo nos sobreviene, es importante recordar que no somos responsables de lo que nos hacen o nos sucede, a menos que hayamos tomado decisiones que contribuyeron a eso, o hayamos obrado con malas intenciones. 

En lugar de recriminarse a uno mismo, será necesario buscar ayuda y apoyo y recordar que no es nuestra culpa si alguien nos ha hecho daño o nos ha tratado de manera injusta.

A continuación te doy algunos tips que puedes aplicar para ello:

  • Comprende que todos cometemos errores y que es costumbre humana sentirse culpable de vez en cuando. Tus fallos son una oportunidad para aprender y crecer, en lugar de algo con lo que debes cargar.
  • Fomenta el perdón tanto contigo mismo como con los demás. Aprende a perdonarte a ti y a deja ir la culpa y el rencor para poder avanzar en tu vida. Es una decisión a tomar, ni más ni menos.
  • Aprende a expresar y procesar tus emociones de manera saludable y a encontrar formas adecuadas de lidiar con la culpa y otras emociones difíciles.
  • Evita sentirte culpable por cosas que no son realmente tu responsabilidad o por cosas que no puedes controlar. Observa si te estás castigando por ello y rompe conscientemente ese aprendizaje de culpa-castigo sustituyéndolo por el de responsabilidad-poder personal. 
  • Cambia todas las creencias subconscientes que aprendiste en tu infancia en torno a la culpa, el castigo, la responsabilidad, el aprendizaje, los errores, las recompensas, etc. y sustituye todas esas creencias por otras capacitares que te ayuden a conseguir tus objetivos y ser más feliz.

Si sientes que la culpa te ha acompañado ya demasiados días, meses o años, dedícate el tiempo y la ayuda necesaria para transformarla, liberarte y avanzar en tu vida con más confianza y compasión hacia ti mismo.

Te deseo un gran camino de liberación y autoconocimiento!

(Continuará…)

Cómo cumplir tus propósitos del nuevo año

Conseguir objetivos

¿Te resulta difícil cumplir los propósitos?

Planificar el año nuevo de forma eficiente y divertida es una manera de asegurarte que el año siguiente te sentirás satisfecho y con una mayor confianza en ti mismo.

Hay varios pasos importantes a tener en cuenta:

1. Identificar el objetivo o meta: Tu objetivo debe ser muy claro y concreto para que tu plan sea eficaz.

¿Qué quieres mejorar en el próximo año? ¿Qué deseas aprender o experimentar? ¿Hay algo que quieras dejar atrás o superar?

Por ejemplo, si lo que quieres es adelgazar, tendrás que ser muy concreto especificando cuántos kilos, o tallas menos, deseas tener o cómo quieres sentirte exactamente.

Si tus objetivos son de crecimiento personal, deberás definir bien qué emociones o hechos te condicionan actualmente para poder ver con claridad los cambios según vayas avanzando en el proceso.

2. Divide tu meta en tareas más pequeñas y manejables, esto te ayudará a avanzar de manera más efectiva y a mantenerte motivado.

La motivación es un punto esencial para conseguir cualquier objetivo que tengas en tu vida!

3. Crea un calendario para organizar todas tus tareas y asegúrarte que vas cumpliendo tus objetivos a tiempo.

Puedes usar una aplicación en tu teléfono, un calendario físico o una hoja de cálculo para llevar el registro de todas esas pequeñas metas.

Por ejemplo, si lo que quieres es aprender más sobre inteligencia emocional, las pequeñas metas que podrías incluir en tu calendario de planificación serían:

  • Libros a leer,
  • Cursos que realizar,
  • Asistencia a grupos de ejercicios prácticos sobre gestión emocional,
  • Películas que traten del tema,
  • Sesiones privadas como práctica individual y personal, etc.

Planifica todas estas acciones mes a mes a lo largo del año, para apoyar tu objetivo final.

4. Encuentra formas de hacerlo divertido, ya que planificar un objetivo en tu nuevo año no tiene por qué ser aburrido! Verás como te resulta sencillo encontrar formas de llevar a cabo todas tus tareas de manera entretenida.

5. Recompénsate cada vez que hayas alcanzado una meta.

Este paso es esencial, puesto que ayudará a tú motivación día a día.

No es necesario que esas recompensas sean grandes actos o cosas, digamos que lo importante es el acto de premiarte en sí mismo.

6. Evalúa tu progreso y se flexible.

Aunque es importante tener un plan y seguirlo, es igual de importante ser flexible y estar dispuesto a cambiar si es necesario.

Monitorear tus progresos y hacer algunos ajustes te asegurarán mejores resultados.

Recuerda que el año nuevo es una oportunidad para comenzar de nuevo y hacer cosas nuevas, así que no tengas miedo de probar algo nuevo y hacer ajustes a tu plan a medida que vas avanzando.

7. Apóyate en amigos y familiares durante todo el proceso, así aquellas labores que te resulten más difíciles o tediosas de realizar, serán sencillas e incluso divertidas. Involúcrales de alguna manera.

Recuerda que a todos nos gusta que cuenten con nuestra ayuda alguna vez.

Confío de corazón, que todos estos pasos te ayuden a conseguir cualquier meta que quieras plantearte el próximo año.

 

No me lo puedo creer

EL PROCESO DE SUPERAR LA INCREDULIDAD Y PODER AVANZAR

La incredulidad es un estado cognitivo-mental en el cual nos encontramos bloqueados y/o atrapados debido a que vivimos una situación que etiquetamos como difícil de comprender, profundamente dolorosa, imposible de suceder o moralmente inaceptable,  y además, ante esta situación, nos vemos incapaces de sobrellevarlo, gestionarlo, poder solucionarlo, o aceptarlo. Casi nada!

Debo indicarte que estamos bajo cientos de incredulidades en nuestra vida y que detrás de un proceso de incredulidad, siempre hay un duelo.

Estos estados de “no me puedo creer, me cuesta entender, comprender o no sé cómo aceptar” se reflejan y se sientes como : 

  • Estado de bloqueo cognitivo
  • Lucha interna y/o externa
  • Desgaste energético, cansancio físico y mental
  • Creencias limitantes sobre mi capacidad personal
  • No hay posibilidad de avance
  • Rigidez mental, bucle mental, conversación monotemática.
  • Sufrimiento
  • Duelo bloqueado, etc.

Existen varias fórmulas para que puedas trascender tus incredulidades:

1. Cambiar creencias limitantes

2. Elegir la aceptación 

3. Desarrollar la tolerancia 

4. Cultivar la compasión

1. Cambiar tus creencias limitantes aplicaría para cualquier situación de incredulidad en la que estemos. En realidad, cambiar las creencias que te bloquean y entorpecen ayuda en cualquier proceso vital donde te sientas frustrado, bloqueado o limitado. 

Ejemplo: Te ha vuelto a dejar tu tercer novio. Eso es difícil de digerir. Por lo tanto, deberías cambiar creencias inconscientes relacionadas con: Repetir patrones familiares referentes a parejas, creencias sociales sobre las relaciones amorosas o tus propias creencias subconscientes sobre tu concepto y entendimiento de las relaciones en sí, etc

2. La no aceptación lleva a un estado de paralización. Es como un contrato encima de tu mesa pendiente de firmar y cada vez que lo miras te dices: “No no no”. 

Estar en aceptación siempre genera una gran liberación interna y recarga energéticamente, puesto que paras esa lucha externa o interna de no querer o no poder aceptar las cosas que generalmente están fuera de tu control. 

Aceptar lo sucedido te permite transformar el parloteo mental, cambiar tu enfoque y avanzar!

La aceptación es esencial ante la pérdida de un familiar , una mascota, un trabajo, un abandono, una amistad, una pareja, una traición, etc.

Ejemplo: Ha fallecido tu perrito que llevaba 10 años junto a ti y se te hace inmensa esa pérdida. Aceptar que estarás sola a partir de ahora y que no volverás a verle es un hecho de magnitudes inmensas para ti. El proceso o acto de aceptar la muerte como una transformación natural de la existencia, habla de tu conexión a un sentido mayor de nuestras vidas y por lo tanto de toda vida existente en el planeta.(Ver procesos del duelo)

3. La tolerancia es un estado mental de apertura hacia el otro, es una actitud que fomenta admitir distintas maneras de pensar a la nuestra. 

Respetar las opiniones, ideas, creencias y prácticas que no coinciden con las propias o que incluso son contrarias, y abrazar esa diferencia, te ayuda a deshacer la incredulidad ante todo lo que el otro hace, dice o piensa.

Practicar la tolerancia siempre beneficiará el parloteo mental y mejorará tu nivel de energía vital. Es decir, cuando somos tolerantes con nuestro entorno dejamos de luchar por cambiar a los demás, dejamos de imponer nuestros criterios, bajamos nuestros niveles de intransigencia, obstinación, terquedad, paramos de juzgar al otro en base a nuestras propias creencias y por lo tanto, no hay desgaste en acciones, palabras y pensamientos. Permaneces en un estado mucho más neutral, que te ayuda a tener claridad mental, enfocarte más en ti mismo y gozar de mayor vitalidad.

Ejemplo: Mi madre no me quiso, me trató con mucho desamor… pero, ¿Cómo fue criada y tratada ella de niña? ¿Eran sus padres y familiares amorosos? ¿Sabe tu mamá lo que es amar o se lo han enseñado alguna vez? ¿Cómo se ha enseñado y transmitido el amor en todas las generaciones de tu árbol? Si ella no pudo aprender a amar, ¿Cómo será capaz de entregarlo?

En momentos de incredulidad ante lo que el otro está haciendo, son importantes varios puntos: 

  • – Mantener la calma 
  • – Educar al ego
  • – Ser consciente de las predisposiciones internas que tienes 
  • Y abrirte a cambiar de opinión

4. La compasión, entendida como la comprensión del otro, es la percepción de “lo que vive y hace el otro”, desde cuánta inconsciencia o momento de dificultad habla o actúa la otra persona, y el deseo de colaborar o ayudarle.

La compasión mal entendida muestra debilidad, sumisión, lástima y compadecerse por los demás. Está asociada al sufrimiento.

Así pues conocer los motivos que llevan a alguien a pensar o actuar de una determinada manera nos ayuda a deshacer lo que nos cuesta creer o aceptar de sus actos.

Al mirar al otro así ( ponernos sus zapatos diríamos coloquialmente ) comprendemos el porqué de sus acciones y en ese momento no hay incredulidad posible que nos bloquee y paralice. Es más, evocaremos sentimientos de calidez y de amor.

Es muy importante diferenciar entre compasión y lástima:

  • Una persona compasiva conecta, entiende y comprende al otro, se pone en su lugar. Desde ahí, es imposible juzgar, solo aceptar.
  • En cambio quien siente lástima sufre, fomenta la culpa y deberá gestionar la tensión interna que provoca la confrontación, además del desgaste energético vital que dicha confrontación con el otro implica.

Si deseas mejorar tu estado compasivo será adecuado que te plantees lo siguiente: 

  1. Percibir las emociones del otro que generalmente suelen estar ocultas 
  2. Empezar por tu propia compasión, asumir tu dolor, negar la autocompasión, superar tus propios sufrimientos 
  3. Y lo más importante, darte cuenta que actuamos generalmente desde nuestros propios miedos, carencias y limitaciones.

Sé que todo esto implica un trabajo personal y mucha autobservacion, por ello te invito a ejercitar éstas cualidades (que son inherentes en ti) y así avanzar más fácilmente en tus procesos vitales.

Salgámonos del papel y tomemos perspectiva! 

 

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